lunes, 2 de agosto de 2010


“En el principio fue la compasión y el principio es la mitad de todo”


Desmedidamente, esto seria así: No me voy hasta después del medio día. Me despojo de mi poco instinto plástico y te mojo. Arrimo mi boca a tus bocas. Te entretengo y mientras tanto termino una guerra (no es tarea fácil arruinarse todos los días).

Desesperadamente, esto seria así: Arrebato la luz que nos extiende sobre las calles y que lleva nuestras sombras hasta una pieza. Mezclo la impureza que me invade con tu desconcierto y obtengo hongos que crecen desde la sangre que se acumula en tu vientre. Me prolongo como un fantasma de la escala cromática que no sabe con que color hablarte.

Graciosamente, tarareo inevitable y sin futuro “La Tormenta”.

Despiadadamente esto seria así como es.

 


martes, 20 de abril de 2010

"M'hija quédate conmigo un rato,
¿Por qué andas arrastrando esa desdicha?

Espérame un momento y te desato.
Pero, en que enredo te has puesto, muchachita"


Quizás algún día pase por vos, salgamos hasta muy tarde y bebamos con las copas envejecidas. Quizás cuando las calles y las noches, tu casa y las canciones ya no huelan a rocanroll.
-Seguro pasaremos un tiempo sin dar nombres-
Arrancare mi voz desde tu cintura cuando no haya Joaquines que dibujen tus piernas y mis ideas.

Habrá mientras tanto que pasar esta porción de invierno sin frazadas. Llegar a casa con las manos en los bolsillos. Llenar el estomago con vino o café y cigarrillos.
Tendré que soportar este predecible comportamiento aproximadamente 4 veces por semana.

Tal vez en dos o tres años podre sentirme completamente desperdiciado. Quizás deje de fumar, definitivamente y beba con menor frecuencia.

Por el momento camino buscando precios de tijeras y salto de vereda en vereda acrobaticamente.
Despenalizo tus besos, ya no te encierro criminalmente ni te pierdo.